Nace el OSEL, la moneda social de Murcia
Las alternativas a la economía actual surgen para dar respuesta a la situación desesperada por la que atraviesan muchas personas
03.02.13 - 10:03 -
La peseta, el euro y ahora, el OSEL, siglas de Oficina para
la Sostenibilidad y Equidad Local. La nueva moneda de Murcia nace con
una finalidad social y con el objetivo de poner en valor el trabajo real
y local de la gente de a pie. Una moneda para que el pequeño trabajador
que ha perdido su empleo o no alcanza a llegar a fin de mes pueda
intercambiar bienes y servicios de una manera legal y alternativa al uso
del euro.
Ante las dificultades financieras de mucha gente, la
necesidad agudiza el ingenio, y una de las propuestas de los múltiples
movimientos asamblearios y de participación ciudadana que han surgido
últimamente ha sido la implantación de monedas complementarias y
sociales.
“Las monedas sociales se llevan utilizando desde hace 60
años en distintos puntos de Europa y adoptar esto en Murcia no es algo
nuevo, sino una idea que se recoge de otros lugares y que puede ser muy
beneficioso para el entorno” explica Isa, una de las dinamizadoras del
OSEL en la Región.
Intentando dar respuesta a muchos murcianos necesitados, y
que tienen mucho que aportar a la sociedad pero no se les da la
oportunidad, la moneda social es un elemento que no entiende de
impuestos, cotizaciones bursátiles o bancos. En el caso de la Región de
Murcia, su moneda complementaria es el OSEL. Esta idea está basada en
una de las múltiples monedas sociales que han ido surgiendo por toda
España, el OSEL de Novelda. “Conocimos y empezamos a estudiar la idea
por un compañero con el que tuvimos el primer contacto en el primer ‘Sol
Invictus’ (una fiesta que conmemora el solsticio de invierno en la
antigüedad y que tras un parón de 1.700 años, fue retomada en Murcia en
2011 por la Asamblea Murcia Sur) y a partir de ahí estuvimos un año
trabajando en el estudio y aplicación de una moneda social”, explica
Isa. El OSEL es ya una pequeña realidad que empieza a moverse sobre todo
por la zona del Barrio del Carmen, en la capital murciana. “Queremos
una moneda para las personas, que refleje el trabajo de la sociedad y
que sirva para lo que servía en un principio, una referencia para
intercambiar bienes y servicios”, comenta Luis, otro de los impulsores,
que destaca que esta moneda no sea carne de cañón para especuladores,
paraísos fiscales o estafas varias.
De momento, el OSEL empieza a andar como moneda virtual con
un valor equivalente al euro y tampoco se descarta un futuro salto al
papel.
Empezar a usar el OSEL es cuestión de inscribirse en una
plataforma virtual y empezar a consumir (ya que es posible un pequeño
margen de deuda que varía en el caso de inscribirse como titular,
comercio o asociación) o aportar un bien o servicio (dulces, clases
particulares...) y cobrar en oseles. Para las personas que no sepan o no
puedan utilizar la plataforma virtual se ha diseñado una especie de
cartilla en la que tanto el consumidor como el proveedor de bienes o
servicios firman para dar conformidad de su acuerdo. También existe la
figura del 'padrino', que ayuda a las personas con dificultad para
acceder a la plataforma informática a realizar sus compras-ventas en
oseles. A la iniciativa se han adherido locales como el innovador
Hospital de Bicicletas pero también tiendas de alimentación como La Salá
dedicada a los encurtidos en el Barrio del Carmen, y así hasta más de
una veintena. En total son ya más de 130 personas las inscritas en la
Oficina OSEL desde que se dio a conocer en diciembre en el anterior Sol
Invictus y la lista de comercios que ofrece un porcentaje de sus
productos en oseles va creciendo.
El cambio en oseles recuerda en cierta manera a la entrada
del euro, ya que existe una cierta confusión inicial a la hora de hacer
el acuerdo. Cada comercio establece un porcentaje distinto de servicios y
productos ofrecidos en oseles, y dentro de estos, puede ser que una
parte del importe sea cobrado en oseles y otra en euros. Así se produce
con Rubén, un joven ciclista que ha sufrido un pinchazo y lleva su
bicicleta al Hospital de la Bici. La ‘cura’ del ‘paciente’ cuesta unos 4
euros, que pasado al sistema de oseles establecido por el negocio se
convierte en un euro y tres oseles.
Esta moneda está pensada para que personas que no dispongan
de dinero puedan hacerse valer económica y personalmente dentro de la
sociedad y pongan en circulación sus bienes o servicios, aunque sea de
una manera alternativa.
Que la crisis no pare la vida de las personas es el fin
principal de la moneda social. Para todos los que estén interesados en
formar parte de la 'comunidad OSEL' se abre una mesa de información los
martes, de 21h a 24h, en la cafetería Ítaca de Murcia.
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